Un crimen en formación, Naira Acosta

En un frio día de invierno en una  mansión de la ciudad de Winden ocurrió un terrible hecho. SE trata de la muerte del señor Deluca, el señor de la casa, el hombre millonario que a sus 60 años vivía con su novia Amelia de 38, su hija Margot de 35 años, que ayudaba en la casa ya que su padre no podía hacer mucho, y en esos días su hijo de 42 años Mark. Un empresario que estaba en la casa de visita, un granjero que ayudaba en el huerto y con los animales. Y por último la sirvienta que ayudaba en los quehaceres del hogar.
-¡Llámalos a ellos, a todos ellos, ninguno se quedará sin exprimir! NINGUNO.
-Si, ya los llamaré.
Días atrás había llegado el hijo del señor Deluca, Mark un empresario de 42 años, soltero, muy trabajador y orgulloso. Mark había pensado en ir a ver a su padre para saludarlo, ya que durante mucho tiempo no lo iba a ver, por estar trabajando, estar siempre concentrado en su empresa Matayo, una empresa de medicamentos. Mark siempre utilizaba todo su tiempo trabajando, para ganar dinero, era lo que más deseaba. El dinero le satisfacía, pero sólo unos instantes, unos microsegundos después, ya no tenía valor, no servía. No funciona, ese placer de tener dinero, desaparece. Así  que sigue trabajando para volver a tener dinero y sentir de nuevo esa satisfacción que iba y volvía pero nunca se quedaba.
Ya estando ahí, en la casa de su padre, el señor de Deluca. Mark toca la puerta, gran sorpresa se llevó al ver a una joven abriéndola también. No sabría describir lo que pensó en ese momento. Tantas cosas pasaron por su mente, pero todo se esfumó cuando la chica dijo:
-Hola, ¿quién eres?
-Hola, soy Mark, ando buscando al señor Deluca, mi padre, ¿puedo pasar?
-Wow, ¿tú eres el hijo de mi marido?
Cuando Mark escucho esto se quedó pálido, congelado, su padre tenía una novia de 38 años, una joven. Tanto tiempo había pasado desde que su hijo no iba a la casa, ahora se hacía notar, Mark entró a la casa, vio tantas cosas bellas, decoraciones, muchas cosas que habían cambiado, cómo lo grande que se veía la casa, parece que la hubiesen ampliado.
Pensó en cuánto dinero estaría ganando su padre en estos momentos. El no era de amar las decoraciones, mucho menos su hermana. Pero… ¿qué tanto de decoraciones seria la “noviecita”? Ash, puro que hace gastar plata a mi padre.
De repente se escucharon desde arriba unos pasos fuertes. Era él, era su padre que bajaba a ver quién había llegado.
-¿Quién llego? escuche una voz varonil.
¿Hace cuántos años que Deluca no ve a su hijo? Todo un hombre de negocios, con su pelo negro como el carbón, brillante y opaco a la vez, no tan fuerte, pero con mucho cuerpo, con un traje azul marino cómo solo en las películas se podría retratar. Con un bolsillo con un bulto bastante grande, con un zapato levemente desabrochado, con esa cara de seriedad que a cualquier niño asusta. El, que al pararse delante de su hijo, que no veía cómo hace 10 años, le dio una felicidad tan grande.
La mesa está lista grito Margot, habían pedido caviar de almas para comer en especial por la señorita Amelia que le encantaban los mariscos y toda la comida que venía del mar. Un lugar hermoso y misterioso la vez.
-¿Qué pasa no van a venir a comer? Dijo Margot.
Cuando camina hacia la sala a ver por qué se demoraban tanto vio a Mark y su padre abrazándose, no pudo contener la emoción al ver a su hermano como un hombre, bueno ya hace varios años que lo era, pero verlo así, abrazando a su padre después de todos estos años, esto la enorgullecía.
Margot casi que lloraba. Cuando se dieron cuenta de la presencia de Margot se dieron vuelta hacia ella y la miraron.
-Hija ¿qué te pasa? no llores.
-Es que hace tiempo que no veía Mark y ahora, delante de mí, abrazándote y con traje, la verdad es que me da mucha alegría volver a verte hermano.
-Gracias Margot, quería venir a tomarme unas pequeñas vacaciones, en la casa donde crecí, aunque ahora que veo esta súper cambiada.
-Sí, algunos cambios hechos por Amelia.
-Parece que no te ce tan bien.
-¿A quién le cae bien alguien que utiliza a tu padre?
-,Ay no exageres, mejor vamos a comer.
-Si, llámala a comer, no estoy con ánimo de hablar con ella.
-Hola Amelia, vamos a comer caviar de almas… para que bajes a comer.
-Que buena noticia, voy ahora, espera, termino de ordenar mis paletas de maquillaje y voy.
-wow! está súper rico el caviar de almas, siempre había oído que era una exquisitez, pero no se compara, tienes gustos muy exquisitos Amelia. Margot le da una patada a Mark, Mark le susurra:
-¿Qué te pasa? Es la verdad, está súper rico.
-¿Qué te pasa? estas puro halagándola, parece que te cae bien.
 -No la conozco lo suficiente.
-Cuando la conozcas de verdad vas a querer irte de la casa. Yo no lo hago sólo porque está el papá, pero si no, me la agarró a combos.
-Ya ya, no te pases de vía o ¿eri flaite? Siempre me haces reír…
-¿De qué están hablando ustedes dos?
-No, nada Margot, me estaba preguntando sobre cómo fue trabajar en la empresa Tamayo. Sí, bueno cuéntanos, solo te di una mini empresa, algo suave, para comenzar… y creaste Tamayo. Ink Estoy súper orgulloso de ti, hijo, mira cómo estás vestido, tu traje, todo impecable de forma y corte, bello, guapo. ¿Por qué estás soltero?
-No tengo novia porque no lo estoy buscando. ¿Por qué voy a compartir mi hogar, mi alimento, mi techo, con otra persona?
-Qué ordinariez vivir con una persona con la que tienes que compartir todas tus cosas. YO voy a pagar el agua, la luz, no voy a compartir con una chica solo por qué me atraiga físicamente, tener una pareja implica vivir con esta persona y pagarle sus cuentas prefiero vivir solo. Si tuviera pareja estaría avergonzado de pedir la comida que el otro come, usar la misma agua y la luz que el otro qué descaro.
-Pero hijo, eso es formar una familia.
-Yo no me voy a partir el lomo trabajando para que una chica se quede a vivir en mi casa y utilice mis beneficios y mi dinero como si nada. No lo voy a aceptar, ya que estaré bien, solo, organizando mi dinero en mi casa, ahorraré, no gastaré en hijos, mucho menos en la Universidad y colegio. Ya me da pereza solo de pensarlo.
-ya te quiero ver cuando encuentres a la indicada.
 -Ojalá que no padre, ojalá que no.
 -Ay, no hables así, las mujeres tenemos mucho que aportar. Mira, tu padre me encontró, a una súper belleza quién lo mantiene súper contento todos los días.
 -Ay mi amor, si tú eres la más bella que pude conseguir, no sé qué haría sin ti (se dan un beso).
-Papá por favor estamos en la mesa- le llamó la atención Margot.
 -ay Margot, ¿ya no puedo demostrar mi cariño a mi esposa?
 -Claro que puedes, pero cuando mama estaba viva nunca le demostraste el cariño que merecía ¿cierto?
-Margot, ¿qué te sucede? Lo que pasó entre tu madre  y yo, eran cosas de nosotros.
-El caviar está demasiado bueno, si mi marido me comprara todos los días caviar sería la mujer más feliz del mundo, Bueno, no sé qué hacer para que mi marido me compre cuando yo quiera, se supone que mi marido está para complacerme y no lo hace.
 -Quiero tomar de mi vino favorito, el Romanee Conti.
 -Amelia, tienes unos gustos bastante extravagantes la verdad.
-Gracias, me complace lo que dices, me recuerda cuando conocí a tu padre, yo estaba en El hotel Santa blanca, cómo contadora, cuándo voy pasando por uno de sus pasillos y de pronto veo a un señor, súper guapo, que me encantó inmediatamente, era tu padre con un traje italiano y un Rolex dorado del 2019, incluso me fijé en sus zapatos Versace. Una sabía inmediatamente que con ese hombre tendría futuro.
-Cómo sabias que tenía dinero, obvio que tendrías futuro con él, se nota que lo único que resaltas sobre ese primer encuentro son las cosas caras que él llevaba puestas. Si él llevaba puesto cosas caras, fue porque así lo criaron a él, con esa mente de facho cuico tan insoportable.
-Perdón, pero ¿qué te pasa Margot? no me faltes el respeto así.
-No se peleen, mejor cuenta de tu parte cómo se conocieron papa.
-Para escuchar sus discursitos mejor me voy “que linda historia de amor tienen“.
(Margot se retira del comedor)
-Iba a visitar a Richard, teníamos que hablar sobre unas empresas que habíamos estado cotizand. Recuerdo que estaba buscando la habitación de Richard cuando veo mujer hermosa de rojizos cabellos y un vestidito mínimo que marcaba su silueta.
-ay amor, yo quiero contar esta parte, luego de unos minutos vi a la asistente de comida, le pedí el carrito de comida y entre a la habitación de Richard…y te ofrecí unas galletitas y  café y cuándo te manchaste, en ese  momento te di la servilleta…
-Lo recuerdo como si fuera ayer, yo me había ensuciado con café, me estaba limpiando y cuando estaba casi limpio me pasaste la última servilleta; cuando la abro y veo su número personal. Desde ese momento no hemos dejado de hablar.
-Me dio unos hermosos regalos, hasta el día de hoy lo hace, no ha parado. Disculpen, ya estoy satisfecha, por favor, sirvienta,  venga a retirar.
-no hay problema, yo puedo retirarla.
-Pero ¿para qué tenemos sirvientas? obviamente podemos retirar nosotros pero qué pereza y qué vulgaridad.
-Haz lo que quieras.
En la noche se retira cada uno a su habitación, es bastante grande la casa pero todavía conserva la misma organización. Margot se lleva a su hermano a un rincón de la casa para poder hablar en paz.
-Mark, tenemos que hablar sobre tu habitación. No vas a poder dormir ahí, vas a tener que dormir conmigo, en la mía.
-¿Por qué no voy a poder dormir en mi habitación? tú duermes en la tuya mi Papá duerme con ella y yo en la mía.
-Ese es el problema, Amelia casi nunca duerme con mi papá.
-¿Qué se supone que son?, ¿acaso tienen alguna enfermedad o algo que les impida acostarse juntos?
-Saca tus propias conclusiones. Por mi parte, conociendo a Amelia… No sé, a ella nunca le gustó acostarse con nuestro padre, ni que la toque mucho. ¿No entiendo porque hoy en la cena se dieron un beso? No lo hacen nunca.
-No puedo creer que mi padre haya… Ósea, digo, tenías razón, ella parece buena onda, linda persona, pero sólo le interesa lo material. ¿Por qué no se acostaría con su esposo si dice que tanto lo ama?
-Además está haciendo gastar demasiado dinero a nuestro padre. ¿Has visto las decoraciones?, ¿ya te diste cuenta? Mira, si pasan por una tienda mi papá le compra todo lo que ella desea, así es, siempre.
-Sí, es verdad.
Una vez calibrada la situación, Mark y Margot comenzaron a revisar las distintas opciones, todos los planes concluían de la misma manera, un crimen se estaba gestando.
FIN


Comentarios