La Verdad, por Kimberly Stevens.

“Todo estaba bien hasta que un hombre se quiso llevar a mi hija” fueron las palabras de una madre asustada… lo que ella desconocía era la historia del hombre. Su relato comienza así.

Era una familia muy unida, conformada por los padres y dos pequeños hijos, un niño y una niña. Ellos tenían todo el amor de los padres, pero con el tiempo los padres se empezaron a distanciar, ya no sentían el mismo amor de antes, el padre llegaba siempre borracho y la madre  había comenzado a discutir día tras día.

-¡¿Qué ejemplo le estas dando a los niños?!

-A ti no te incumbe (dijo el padre exaltado marchándose de la casa).

Pidieron el divorcio y a los niños les tocaba ver al padre  sólo los fines de semana. Kevin, el niño, no tenía intenciones de ir con su padre, se negaba. Sarita, la hija, todo lo contrario si quería ir porque el padre le prometió muchas cosas divertidas.

El padre la sube al auto y van camino a casa, la niña estaba entusiasmada pero lo que no se esperaba es que del lado contrario de la carretera viniera un chofer ebrio. Se volcaron, el padre lo primero que vio fue a su hija… estaba muerta.

Llamo rápido a la policía y a la familia, todos lloraban. 

A pesar del tiempo el padre no lo superaba.  El la esperaba, cada vez que podía salía de su casa a los centros comerciales y lugares infantiles para ver niños con los que confundía a Sarita. Cada vez que veía a una niñita veía a su hija con vida, siempre que podía trataba de raptarlas intentando ver o estar con su hija otra vez.

Los vecinos estaban preocupados por el acoso que sufrían sus niñas; por ello decidieron llamar a la policía y  se llevaron a Miguel, pero claro el solo quería a su hija devuelta.

En la estación policial se encontraba el mismo borracho que mató a su hija, era habitual verlo detenido. Miguel enfureció y le cayó a golpes llorando y recordando el accidente.

Los policías siguieron investigando a pesar de los años transcurridos. Respecto del accidente consideraban que era muy sospechosa la manera en que había caído el automóvil. Hasta que llegaron a la conclusión de que en realidad no fue un accidente, todo había sido provocado, era un  homicidio. Todo empezó a cuadrar, todo se había planeado, el asesino probablemente estaba suelto por lo que los policías empezaron a registrar el automóvil en el que ocurrió el accidente, finalmente hallaron una pequeña falla en el volante.

¿Quién lo hizo?, ¿por qué lo harían?, ¿con qué propósito?

Nadie lo sabrá ¿Por qué?.... Continuará.

 

 


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